Teorema de Dios y la Cruz

Si no aceptamos nuestra cruz, ¿no será que falta algo en la ecuación de nuestra vida?

"El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga" (Mt 16,24)

70 veces 7

El perdón es el mejor fruto del amor. Amargo por fuera pero dulcísimo por dentro.

Tracaf o la verdadera grandeza

Mientras unos miran hacia otro lado de lo que sucede en África otros se embarcan hacia allá con la intención de poner su vida al servicio de sus hermanos.

 

                Tracaf, trabajando por el corazón de África

El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea el servidor de todos (Mt 20, 26)

Campaña de vacunación

¡Aviso a los navegantes!: abierto el plazo de vacunación para el viaje

Si quieres saber mas: los sacramentos

Las preguntas de Dios

Dios no me preguntará que coche tenía, me preguntará a cuanta gente llevé.
Dios no me preguntará si mi casa era grande, me preguntará a cuanta gente recibí en ella.
Dios no me preguntará por mi ropa, me preguntará por aquellos a los que ayudé a vestirse.
Dios no me preguntará por mi titulación, me preguntará si trabajé usando toda mi capacidad.
Dios no me preguntará cuántos amigos tenía, me preguntará cuantos me consideraban su amigo.
Dios no me preguntará por el color de mi piel, me preguntará por la pureza de mi corazón.
Dios no me preguntará por el tiempo que tardé en responder a su llamada, me acogerá con amor cuando yo le responda.

"Os aseguro que cuando lo hicisteis por uno de estos pequeños, conmigo lo hicisteis"
 (Mt 25,40)

No llores por lo que perdiste, sòlo sigue adelante

“No llores por lo que perdiste,

lucha por lo que te queda.

No llores por lo que ha muerto,

lucha por lo que ha nacido en ti.

No llores por quien se ha marchado,

lucha por quien está contigo.

No llores por quien te odia,

lucha por quien te quiere.

No llores por tu pasado,

lucha por tu presente.

No llores por tu sufrimiento,

lucha por tu felicidad.

Con las cosas que a uno le suceden vamos aprendiendo

que nada es imposible de solucionar,

solo sigue adelante.”

Papa Francisco 

El lenguaje de Dios

La forma en la que Dios se comunica con nosotros no siempre sigue nuestros códigos. Presta atención y descubrirás lo que quiere decirte.
"Quien tenga oídos, que oiga" Mt 13,9

El mejor regalo para mamá

Un día de la madre tres hermanos que vivían lejos de su madre discutían sobre quien había hecho el mejor regalo a su anciana madre.
El primero dijo: "Yo le construí una mansión". El segundo "Yo le regalé un cochazo con chófer". El tercero sonrió y dijo: "A mamá le encanta leer la Biblia, y ahora casi no ve. Le he regalado un loro que recita la Biblia. Los monjes de un convento estuvieron 12 años enseñándole"

Dios y la araña

Un hombre era perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre entró en una cueva.
Desesperado, elevó una plegaria a Dios:
"Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme".

La roca

Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios.
El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.
El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y esta no se movía.

Razones para la esperanza

Han pagado un alto precio por nuestro rescate. Dios cree que valemos mucho...

Las riquezas de la Iglesia

Roma, agosto de 258. Tras el asesinato  de Sixto II, el alcalde de Roma ordenó a San Lorenzo, diácono de Roma, que entregara las riquezas de la Iglesia.

El poder de la oración

Lo más importante...

Una pobre mujer, con su hijo pequeño en brazos, pasaba delante de una caverna, cuando escuchó una voz misteriosa que desde dentro le decía: “Entra y toma todo lo que quieras, pero no te olvides de lo principal. Una vez que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo más importante...”

Las manos de Dios

Un pescador tenia un frágil botecito , en el que se ganaba la vida pescando , mar afuera. Era un hombre cristiano , con una sólida fe en Dios. 
Un buen día, salió temprano a pescar , en su frágil embarcación. Cuando estaba a unos 20 kilómetros de la orilla , mar afuera, escuchó por medio de un radio de pilas que tenia , la advertencia de que una poderosa tormenta se estaba acercando a la zona donde estaba el pescador , por lo que meteorología recomendaba a todas las embarcaciones que anclaran en el puerto más cercano. 

Rezar con los dedos

1. El pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes

están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar.

2. El siguiente dedo es el índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y

sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos

necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás.

Tenlos siempre presentes en tus oraciones.

3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora

por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas

personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión

pública. Necesitan la guía de Dios.

4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es

nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano.

Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados

por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será

demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los

matrimonios.

5.Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los

dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la

Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar

por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus

propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las

tuyas.

Papa Francisco